martes, 4 de marzo de 2014

Hepatitis

Pensemos antes que sabemos sobre la hepatitis.

La hepatitis es una enfermedad inflamatoria que afecta principalmente al hígado. Hay varias formas de contraerla.
La hepatitis puede ser causada por:
  • Células inmunitarias en el cuerpo que atacan el hígado y causan hepatitis autoinmunitaria.
  • Infecciones por virus (como las hepatitis A, B o C), bacterias o parásitos.
  • Daño hepático por alcohol, hongos venenosos u otros tóxicos.
  • Medicamentos, como una sobredosis de paracetamol, que puede ser mortal.
La enfermedad hepática también puede se puede contraer por trastornos hereditarios, como la fibrosis quística o la hemocromatosis, una afección que consiste en tener demasiado hierro en el cuerpo (el exceso de hierro se deposita en el hígado).
Otras causas abarcan la enfermedad de Wilson (exceso de depósitos de cobre en el cuerpo).
Tipos de hepatitis:

Hepatitis A

También denominada hepatitis infecciosa; esta variante es producida por el virus de la hepatitis A (VHA). La contracción de esta enfermedad se produce al consumir agua o alimentos contaminados por materias fecales que contienen el virus, y también por contagio de persona a persona, sobre todo si las condiciones higiénicas son deficientes.
Se trata de un tipo generalmente leve de hepatitis especialmente cuando ocurre en niños; de hecho, en numerosas ocasiones no se perciben síntomas importantes, por lo que la enfermedad no llega a ser diagnosticada. Cuando presenta síntomas, estos consisten en cansancio, ictericia (la piel tiene un color amarillento), inapetencia, náuseas y vómitos, y orina de color oscuro. Los síntomas suelen ser más graves en adultos que en niños. La afección no se cronifica y no daña al hígado de forma permanente, aunque en raras ocasiones puede surgir una complicación denominada hepatitis fulminante, que puede ser mortal.








Hepatitis B

Hepatitis B o hepatitis sérica; es producida por el virus de la hepatitis B (VHB). El contagio se produce a través de fluidos corporales infectados, como la sangre, el semen, las secreciones vaginales, la saliva, las lágrimas y la orina. La transmisión suele producirse:
  • Al compartir jeringuillas contaminadas con la sangre de una persona infectada durante el consumo de algún tipo de droga.
  • Por contacto con material infectado como agujas de acupuntura, tatuajes, piercings, etc.
  • Al compartir utensilios de higiene personal como maquinillas de afeitar o cepillos de dientes.
  • Al mantener relaciones sexuales con una persona infectada por el virus.
  • Al recibir una transfusión de sangre contaminada. Esta es una vía poco frecuente en la actualidad, ya que los controles y las medidas para evitar este tipo de accidentes se han incrementado mucho en los últimos años.
  • La madre puede contagiar al bebé durante el parto o la lactancia.
La hepatitis B tiende a cronificarse con facilidad, aunque algunos pacientes se curan por completo y se vuelven inmunes al virus, por lo que no vuelven a contagiarse. La enfermedad hepática de tipo B se considera aguda si la infección se mantiene durante un periodo inferior a 6 meses. Si después de ese periodo el virus permanece en el cuerpo del individuo, pasa a considerarse como un curso crónico, lo cual no implica necesariamente la presencia de síntomas (los portadores asintomáticos son una fuente importante de contagio, puesto que al no ser conscientes de que presentan la enfermedad, no toman medidas para evitar su transmisión). Se pueden diferenciar dos tipos de evolución en el curso crónico de la enfermedad: crónica estable y crónica persistente o activa, esta última tiene peor pronóstico y normalmente desemboca en cirrosis.



Hepatitis C

Causada  por el virus de la hepatitis C, se transmite por contacto directo con la sangre de una persona infectada. Sus principales formas de transmisión suelen ser:
  • Agujas o jeringuillas infectadas.
  • Transfusiones sanguíneas.
  • Hemodiálisis.
  • Mediante material infectado: sanitario, material para tatuajes, piercings, etc.
  • Durante el parto; transmisión madre-hijo.
Al igual que la hepatitis B, la forma C de esta enfermedad tiene un curso agudo y un curso crónico, siendo este último el que suele desarrollarse con mayor frecuencia (85% de los casos). En la mayoría de los casos el paciente permanece asintomático, aunque la enfermedad puede progresar lentamente, por lo que existe riesgo de aparición de cirrosis y cáncer hepático.



Hepatitis D

Es la forma de hepatitis vírica más grave. El virus de la hepatitis D (VHD), también llamado hepatitis delta, se transmite por las mismas vías que el virus de la hepatitis B. Es un virus muy especial, pues necesita la existencia de una infección por el virus de la hepatitis B para poder sobrevivir en el ser humano. Por ello, cuando alguien está infectado por el VHD también está infectado con toda seguridad por el VHB. Esto se debe a que se envuelta externa del VHD está formada por parte del VHB. Se estima que el 5% de los pacientes con hepatitis B están coinfectados por el virus de la hepatitis D.
Cuando se produce la infección simultánea por VHB y VHD el paciente sufre síntomas agudos (ictericia, fiebre, malestar general, etcétera) que pueden llegar a ser muy graves. Si supera la fase aguda lo más probable es que consiga controlar ambas infecciones y, por lo tanto, cure las dos enfermedades. En caso de que el VHD infecte a una persona que ya tiene la infección por el VHB la evolución es diferente. No suele existir un cuadro con síntomas agudos graves pero la infección por el VHD tiende a cronificarse con mucha frecuencia. La coinfección por VHB y VHD adquirida de esta manera desemboca muchas veces en una cirrosis hepática en unos pocos años, y se asocia a un riesgo alto de aparición de un cáncer hepático.



Hepatitis autoinmune

La hepatitis autoinmune es un tipo de hepatitis crónica y progresiva de origen desconocido. Se da sobre todo en mujeres y se caracteriza, entre otras cosas, por la presencia en el hígado de anticuerpos del paciente, que no reconocen como propias a las células hepáticas y, al confundirlas con elementos extraños y perjudiciales para el organismo, actúan destruyéndolas.

Hepatitis de origen tóxico

La hepatitis de origen tóxico puede ser producida por la presencia en el hígado de diversas sustancias como medicamentos, toxinas, etcétera. El daño podría producirse por la alteración de una de las enzimas presentes normalmente en el hígado, denominada citocromo P-450. Dicha alteración puede dar lugar a un aumento de productos tóxicos, o impedir que se formen los elementos necesarios para la degradación de los mismos. También puede ocurrir que determinadas sustancias sean reconocidas por el sistema inmune como un agente extraño del que hay que defenderse, de modo que sus células acudirán al hígado y desencadenarán la respuesta inflamatoria.

Síntomas

La hepatitis puede comenzar y mejorar rápidamente (hepatitis aguda) o puede causar una enfermedad prolongada (hepatitis crónica). Puede llevar a un daño hepático, insuficiencia hepática o incluso cáncer de hígado.
La gravedad de la hepatitis depende de muchos factores, que incluyen la causa del daño hepático y cualquier enfermedad que usted tenga. La hepatitis A, por ejemplo, generalmente es de corta duración y no conduce a problemas hepáticos crónicos.
Los síntomas de la hepatitis abarcan:
  • Dolor o distensión abdominal
  • Desarrollo de mamas en los hombres
  • Orina turbia y deposiciones de color arcilla o pálidas
  • Fatiga
  • Fiebre, por lo general baja
  • Prurito generalizado
  • Ictericia (coloración amarillenta de piel y ojos)
  • Inapetencia
  • Náuseas y vómitos
  • Pérdida de peso



Pruebas y exámenes

A usted le harán un examen físico para buscar:
  • Agrandamiento y sensibilidad del hígado
  • Líquido en el abdomen (ascitis)
  • Coloración amarillenta de la piel
El médico puede solicitar exámenes de laboratorio para diagnosticar y vigilar la hepatitis, como:
  • Ecografía abdominal
  • Marcadores sanguíneos autoinmunitarios
  • Serologías para el virus de la hepatitis
  • Pruebas de la función hepática
  • Biopsia del hígado para verificar el daño hepático
  • Paracentesis si hay presencia de líquido en el abdomen

Tratamiento

El médico analizará con usted las opciones de tratamiento. Los tratamientos variarán dependiendo de la causa de la enfermedad hepática. El médico le puede recomendar una dieta rica en calorías si usted está bajando de peso.

Grupos de apoyo

Hay grupos de apoyo para personas con todos los tipos de hepatitis. Estos grupos pueden ayudarle a conocer lo último en tratamientos y a enfrentar mejor el hecho de tener la enfermedad.

Expectativas (pronóstico)

El pronóstico para la hepatitis dependerá de lo que esté causando el daño hepático. 

Posibles complicaciones

  • Cáncer del hígado
  • Insuficiencia hepática
  • Daño hepático permanente, llamado cirrosis
Otras complicaciones incluyen:
  • Várices esofágicas que pueden sangrar
  • Peritonitis bacteriana espontánea (líquido en el abdomen que resulta infectado)

Cuándo contactar a un profesional médico

Busque atención médica inmediata si:
  • Tiene síntomas a causa de demasiado paracetamol u otros medicamentos y puede necesitar que le hagan un lavado del estómago.
  • Vomita sangre.
  • Presenta heces con sangre o alquitranosas.
  • Está confundido o delira.
Llame al médico si:
  • Tiene cualquier síntoma de hepatitis o cree que ha estado expuesto a las hepatitis A, B o C.
  • No puede retener alimento debido al vómito excesivo. Es posible que necesite recibir nutrición por vía intravenosa (a través de una vena).
  • Se siente enfermo y ha viajado a Asia, África, América del Sur o Centroamérica.

Prevención

Hable con su médico acerca de la vacunación contra la  hepatitis A  y B .



Las medidas de estilo de vida para prevenir la propagación de la hepatitis B y C de una persona a otra son: 
  • Evitar compartir objetos personales como cuchillas de afeitar o cepillos de dientes.
  • No compartir agujas para inyectarse drogas u otros instrumentos (como pajillas para inhalarlas). 
  • Limpiar los derrames de sangre con una solución que contenga 1 parte de blanqueador y 9 partes de agua.  
  • Tener precaución al hacerse tatuajes y piercings
Para reducir el riesgo de contagiar o contraer  la hepatitis A :  
  • Siempre lavarse bien las manos después de ir al baño y cuando entre en contacto con la sangre, las heces u otros fluidos corporales de una persona infectada.
  • Evite los alimentos y el agua que no estén limpios.
BIBLIOGRAFÍA:
http://es.wikipedia.org/wiki/Hepatitis 
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/001154.htm
http://www.webconsultas.com/hepatitis/causas-y-tipos-de-hepatitis-569